Este año corresponde realizar una actualización del Plan Nacional de Descarbonización y es en este contexto que la comunidad de Huasco ha manifestado su preocupación pues es la única «Zona de Sacrificio» en donde no se ha cerrado ninguna central termoeléctrica a carbón del país y donde todas las termoeléctricas podrían seguir operando hasta 2040, ya que el plan voluntario vigente no ha considerado el cierre de ninguna de las 5 centrales que operan en Huasco.
Si la ciudad no es incluida dentro del Cronograma de Descarbonización, la comunidad seguirá expuesta a altos niveles de contaminación durante otros 20 años, liderando un fatal ranking que lo tiene como el lugar con más riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares con un 71% más que el promedio del resto del país.
En la región de Atacama, se encuentra la ciudad portuaria de Huasco, un balneario cercano a la desembocadura del río Huasco, cuyos 11 mil habitantes, hoy viven una encrucijada: su población sigue muriendo, en mayor medida, por causas respiratorias, cardiovasculares y diversos tipos de cáncer. ¿La razón? La empresa Guacolda, con 5 de sus unidades, está localizada en esta comuna del norte chico y es posible que siga operando hasta 2040.
A eso se suma la aprobación del proyecto de depósito de relaves de la Compañía Minera del Pacífico S.A. (empresa del grupo CAP) en la zona que tiene como objetivo habilitar un depósito de relaves en tierra para modificar la forma en que se disponen los relaves de la planta de pellets.
Los habitantes de Huasco, buscan frenar esta iniciativa ya aprobada en enero de este año, pues aseguran que habría una susceptibilidad de afectación directa de los grupos humanos pertenecientes a pueblos indígenas Diaguitas y Changos por lo que debió haberse realizado un proceso de Consulta Indígena.
La promesa del Presidente Boric
“Nuestro gobierno será el primer gobierno ecologista en la historia de Chile”. Esta fue la promesa previa a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2021. El entonces candidato, Gabriel Boric, llevó como una de las principales consignas de su futuro mandato, una intención por realizar “cambios concretos para enfrentar las problemáticas ecológicas, cuidando la naturaleza y nuestra identidad, para así heredar un mejor futuro para las próximas generaciones”, afirmó el ahora ya Presidente de la República. Y esta es una de las promesas que aún sigue sin cumplirse, según los habitantes de Huasco.
¿Cómo empezó el Plan de Descarbonización y por qué Huasco no está dentro del programa?
En vísperas de la realización de la COP25 en Chile el año 2019, el gobierno de la época y las 4 empresas dueñas de las 28 termoeléctricas a carbón: AES, Colbún, Engie y Enel, presentaron un compromiso voluntario de descarbonización y un cronograma de retiro inicial de 8 carboneras al año 2024.
Asimismo, se propuso que dicho cronograma fuera revisado cada 5 años para incorporar nuevos compromisos y completar el retiro del carbón al año 2040. Posteriormente, en la Ley Marco de Cambio Climático, tramitada durante 2020 y 2021 y promulgada en 2022, Chile estableció la obligación de alcanzar la carbono neutralidad al año 2050 mediante el establecimiento de planes sectoriales de mitigación de emisiones y de adaptación.
A diciembre de 2022, la generación térmica fósil en Chile alcanzó un 37,1% de la generación eléctrica del país, diez puntos porcentuales menos que diciembre de 2021, mientras que la generación renovable no convencional representó un 34% de la generación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), un 5 % más que en el año 2021.
El plan de descarbonización avanza y ya se han cerrado 11 unidades termoeléctricas a carbón en Chile entre 2019 y 2024, de las 28 que llegaron a operar en 2018, dejando de funcionar tres de la empresa ENEL (todas sus centrales), cuatro de la empresa ENGIE y cuatro de AES.
Sin embargo, Huasco es la única comuna del país en donde no se ha comprometido el cierre de ninguna de las 5 centrales termoeléctricas Guacolda -anteriormente propiedad de AES Gener, quien vendió en 2021 las 5 centrales al grupo de inversiones chileno Capital Advisors-, quienes además son el único titular que no ha cerrado ninguna de sus centrales termoeléctricas a carbón a lo largo de Chile.
Esto marca un precedente para Sara Larraín, directora de la Fundación Chile Sustentable, perteneciente a la coalición Chao Carbón y cuya principal demanda se concentra en que Huasco sea incluido en el calendario de descarbonización cuando la mesa de especialistas revise el Plan nuevamente que, según cálculos de agenda, correspondería en pocos días más: “Es urgente acelerar el retiro de las 5 unidades termoeléctricas Guacolda que operan en Huasco para terminar con los impactos sobre la salud de la población, cumplir los compromisos climáticos de Chile y terminar con las zonas de sacrificio. Urge también implementar medidas de remediación ambiental y social para avanzar en una transición justa de las comunas que han sido víctimas de la operación de las centrales termoeléctricas por tantos años. El gobierno de Chile se comprometió con avanzar en esta materia y hasta el momento vemos que la transición no ha ocurrido en la comuna de Huasco y ha mostrado una preocupante carencia de justicia ambiental y social en el resto país”.
Las consecuencias en la salud de los huasquinos
Durante 2015, Lorenzo Triviño González murió a los 39 años de cáncer. Fue un tumor cerebral lo que produjo su abrupta muerte. Para la comunidad de Huasco ha sido una pérdida enorme, ya que Lorenzo era un destacado artista y escultor, cuyo legado y obras se encuentran repartidas por distintos lugares del país. Su familia ha denunciado que su muerte es consecuencia de la exposición a la contaminación de la termoeléctrica a carbón, Guacolda.
La Fundación Chile Sustentable encargó un estudio a investigadores de la Universidad Católica para analizar el impacto de las termoeléctricas en tres comunas: Tocopilla, Mejillones y Huasco.
El estudio reveló que los habitantes de Huasco tienen un 71% más de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares en comparación con el promedio nacional. En cuanto a enfermedades cerebrovasculares, el riesgo de mortalidad es 3,8 veces superior al promedio del país.
El presidente del departamento de medio ambiente del Colegio Médico de Chile, Yuri Carvajal, se refirió a la situación de salud en la que se encuentra Huasco: “El cierre de las termoeléctricas a carbón mientras antes sea, mejor. No solo porque se reducen los impactos y la persistencia de productos contaminantes en el lugar, sino que también disminuye el riesgo de padecer enfermedades respiratorias o cancerígenas para la población y baja la demanda sobre los servicios de salud. En Huasco particularmente es aún más urgente acelerar el retiro de las centrales termoeléctricas, considerando que allí se concentra la operación de cinco unidades termoeléctricas y la población tiene una alta probabilidad de padecer enfermedades respiratorias crónicas, cerebrovasculares y asma respecto al resto del país. En el contexto de la actualización del nuevo Plan de Descarbonización, es urgente en materia de salud pública acelerar el retiro de las cinco unidades termoeléctricas que operan en Huasco y, esperemos, pueda ocurrir antes del 2030”.
Los residentes de Huasco también presentan un 53% más de probabilidad de padecer enfermedades respiratorias que el resto de la población chilena. Además, el informe indica que el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores es 2,3 veces más alto. Finalmente, el estudio concluye que la probabilidad de contraer asma en Huasco es casi cinco veces (4,97) mayor que en el resto de Chile.
Huasco e Isla Guacolda, un tesoro inmaterial del norte chico
La Isla Guacolda, ubicada frente a la costa de Huasco en la región de Atacama, posee una rica historia cultural y patrimonial que ha sido moldeada por diversas influencias a lo largo del tiempo.
El nombre «Guacolda» proviene de una figura histórica mapuche, conocida por ser la compañera del toqui Lautaro durante la época de la conquista española. Este nombre refleja la conexión con la herencia indígena y la resistencia cultural en la región.
Antes de la llegada de los españoles, la zona donde se encuentra la Isla Guacolda estaba habitada por pueblos indígenas que formaban parte de la cultura Diaguita. Estos pueblos tenían una rica tradición de cerámica, tejido y metalurgia, y sus influencias aún pueden rastrearse en algunos de los artefactos encontrados en la región.
Durante la época colonial, Huasco y sus alrededores sirvieron como puntos estratégicos para la exportación de minerales. Con la independencia de Chile y el desarrollo industrial del siglo XIX, la zona vio un incremento en la actividad económica, consolidándose como un puerto vital para el norte del país.
Además del patrimonio cultural, la isla y su entorno poseen un notable patrimonio natural. La biodiversidad marina y la presencia de aves migratorias hacen de la isla un punto de interés ecológico. La isla también es conocida por su belleza escénica, que atrae a visitantes y fotógrafos.
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